.:. El Apoyo Mutuo .:. de Piotr Kropotkin
Interpretación de la Introducción a la tercera edición en español de
Ángel Cappelletti (Filósofo argentino-1927/1995)
«El Apoyo Mutuo como una interpretación del evolucionismo Darwiniano».
Hasta el siglo XIX los naturalistas tenían la idea de la fijeza e inmovilidad de las especies biológicas, osea que los seres vivos surgían de un acto creador y que por lo tanto no son fruto de la evolución. Este fijismo era argumentado por una sociedad científica que intentaba romper con la hegemonía del poder de la Iglesia.
Era la época de la ilustración, Lamarck en 1809 sostiene que las especies zoológicas se transforman para adaptarse al medio. Así, con un impulso innato, las especies exigidas por el medio ambiente forman nuevos órganos y a través de la herencia se transmiten de generación en generación. Para Lamarck esto es un hecho teleológico (una causa final)donde los seres vivos tienden a generar organismos cada vez más complejos, respondiendo a las exigencias del medio, y con lo cual se puede concluir que el ser humano es el organismo más complejo. Esta teoría plantea la evolución de forma lineal, empieza en los organismos más simples hasta llegar a los organismo más complejos producto de la herencia.
De esto se nutrira Darwin, cuando en 1859 publique “El origen de las especies” quien pone énfasis en el sentido mecanicista de la evolución. Darwin estaba de acuerdo con Lamarck en la tendencia natural para adaptarse al medio pero no concuerda en que sea un destino teleologico. Darwin partira de la teoría de Malthus, quien sostiene que hay una reproducción excesiva de los vivientes y que esto llevaría inevitablemente a poblar toda la tierra y si esto no sucede es porque una gran parte de los individuos perecen. Esta desaparición obedece a un proceso de selección natural y argumenta que existe una “Ley de selección natural” donde sólo sobreviven aquellos individuos cuyos carácteres diferenciales los hacen más aptos para adaptarse al medio.
Aparecen los eslogan: “Lucha por la vida”, “Supervivencia del más apto”.
Esta lucha se manifestará principalmente entre los individuos de una misma especie donde cada uno lucha por el predominio y el acceso a la repreducción.
Spencer, 3 años después, en 1862, publica “Síntesis de la evolución” en donde sostiene que la lucha por la vida y la supervivencia del más apto representa toda la evolución, y que la lucha por sobrevivir es la únicam vía de todo progreso humano. Spencer es el primer intérprete de la teoría de Darwin, lo que se llamo la teoría del Darwinismo Social que es considerada como la base del capitalismo y del racismo.
T.H. Huxley en 1888, publica un manifiesto del darwinismo social:“La lucha por la vida: un programa”. Huxley se fundamenta en la teoría de «laissez faire» (dejen hacer) capitalista de Adam Smith, quien propone la libertad del mercado en donde una mano invisible guiará la suma de egoímos responsables que terminarán beneficiando a toda la sociedad. Este liberalismo a través de la libertad individual profesa que el Estado no injiera en la economía, que sólo garantize el resguardo de los recursos y la propiedad de los capitalistas.
Piotr Kropotkin considera el manifiesto huxleyano como una interpretación unilateral y falsa de la teoría darwinista y pretende demostrar que junto a la lucha se deberá tener en cuenta otro factor de la evolución: el de la ayuda mutua entre los individuos de una misma especie y, a veces, entre individuos de diferentes especies. Tras un análisis de la conducta de diferentes especies animales, Kropotkin, concluye de que en todos los niveles de la escala zoológica existe vida social, y a medida que se asciende en esa escala, las colonias o sociedades animales se tornan cada vez más concientes de la ayuda mutua.
Huxley sostiene que la sociedad humana nació de un pacto de no agresión, Kropotkin considera que ella existio desde siempre y no fue creada por ningún contrato. Para él, el hombre no es lo que es sino por su sociabilidad, osea por su tendencia al apoyo mutuo y la convivencia permanente. Así, Kropotkin se opone al contractualismo tanto en versión pesimista de Hobbes, donde el hombre es el lobo del hombre y justifica el absolutismo monárquico, como la posición de Rousseau que plantea el contrato social como la base de la democracia liberal.
Para Kropotkin la existencia del hombre depende siempre de una coexistenciA . El hombre existe para la sociedad tanto como la sociedad para el hombre. Así se separa del individualismo de Nietzche, que lo considera un individualismo burgués que sólo puede existir con la opresión de las masas a través de sus lacayos y del servilismo. También se opone al solipsismo y el egotismo de Stirner que lo considera un desarrollo de las minorías, como también se separa del individualismo de Guyeau cuya moral sin obligación ni sanción es tan cercana a la ética anarquista pero que para Kropotkin no comprendio que la expansión vital es ante todo la lucha por la justicia y la libertad del pueblo.
Muchos darwinistas tienden a interpretar el mundo animal como un escenario sangriento ininterrumpido. Elevaron esta teoría como fundamento biológico y pretenden subordinarla al ser humano.
Al mismo tiempo, Marx considera que el evolucionismo darwiniano, basado en la lucha por la vida (interpretado como lucha de clases), forma parte de la revolución social; y al mismo tiempo los economistas de Manchester toman la teoría darwiniana como soporte para la libre competencia, en la cual la lucha de todos conta todos («ley de la selva») representa el único camino próspero. Tampoco Kropotkin comparte la visión de Rousseau del buen salvaje, donde el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que pervierte al individuo.
Reconocer la importancia que tienen la cooperación y la ayuda mutua para adaptarse al medio no contradice la teoría de la selección natural. Para Kropotkin, existe competencia para adaptarse al medio; lo que no puede aceptar es la teoria de Huxley de la lucha extremadamente constante. De la gran cantidad de datos zoológicos que ha reunido infiere que aunque es cierta la lucha entre especies diferentes y entre grupos de una misma especie, en términos generales debe decirse que la buena convivencia y el apoyo mutuo dominan dentro del grupo y de la especie, y más aún, que aquellas especies en las cuales más desarrollada está la solidaridad y la ayuda recíproca entre los individuos tiene mayores posibilidades de supervivencia y evolución.
El principio del apoyo mutuo no constituye, para Kropotkin, un ideal ético sino un hecho científicamente comprobado como factor de la evolución, paralelo y contrario al factor más conocido: la lucha por la vida.
La concepción de Huxley de la lucha por la vida aplicada a la historia y la sociedad humana, representa el estado primitivo de la humanidad como lucha perpetua de todos contra todos. Para Kropotkin el hombre primitivo vivía en rebaños y de forma nómade. La familia no es la forma originaria de convivencia sino como producto la evolución social. Pretende desmitologizar la antropofagia y otras prácticas que los antropólogos de su época usaban para justificar la opresión colonial de tribus que no eran europeas.
Kropotkin pone en relieve la abnegación de los individuos en pos de la comunidad, el inexistente sentido de propiedad privada, la falta de gobierno. El hombre primitivo llegó a identificar su propia existencia con la de la tribu. Gran importancia concede a la comuna aldeana, célula de toda sociedad futura. La posesión comunal de la tierra garantizaba los frutos para todos los campesinos, la defensa de los recursos y el solidario apoyo en todas las necesidades de la vida.
Las aldeas fortificadas se convirtieron en el Medioevo en ciudades, en algunas de estas, sus habitantes se rebelaron contra los señores feudales. La ciudad libre medieval surgida de la comuna aldeana bárbara es una expresión de sociedad humana basada en el libre acuerdo y el apoyo mutuo. A partir de aquí, Kropotkin sostiene una interpreteación de la Edad Media que contrasta con la historiografía de la ilustración, con la liberal y con la marxista. Inclusive Max Nettlau, escritor anarquista, la consideraba laudatoria e idealizada. Sin embargo, esta interpretación del Medioevo supone un dualismo: por un lado la estructura vertical feudal con los emperadores y el Papa como cabeza; y por otro lado la estuctura horizontal de las ligas de ciudades libres.
Para Kropotkin, la ciudad medieval esta constituida por gremios y guildas, que forman una federación y se unen entre sí por pactos solidarios. Esta lucha contra el feudalismo fue absorbida por el Estado absolutista de época moderna. Las guildas satisfacían las necesidades sociales mediante la cooperación sin dejar de lado las libertades individuales. Los gremios organizaban el trabajo fuera del lucro. Las ciudades libres eran regídas por una asamblea popular. La diferencia entre maestro y aprendiz era una diferencia de edad más que de riqueza o poder, no existía el régimen del salario.
Cuando el poder se hizo absolutista, la Monarquía, el cargo de maestro empezo a ser hereditario y alquilable. Con esta sociedad de trabajadores libres solidarios se asociaba el arte que producía obras comunitarias y anónimas, ya que su finalidad eran el goce colectivo y la elevación espiritual del pueblo.
La tendencia de constituir Estados centralizados y unitarios, regidos por monarcas absolutos, caracterizo el comienzo de la época moderna. Esto puso fin al feudalismo como también de las ciudades libres. Los ciudadanos libres se convierten en súbditos del rey.
No por eso desapareció el apoyo mutuo y el impulso hacia la libertad. Y aunque el Estado empieza a devorar las prácticas sociales libres y promueve un individualismo malsano, apareceran uniones obreras en la lucha contra la explotación capitalista. En un tiempo en donde los sindicatos estaban lejos de la burocratización, Kropotkin vió en la lucha de les trabajadores la más significativa manifestación de apoyo mutuo y solidaridad.
En 1921 Kropotkin muere.
El darwinismo social llego a convertirse en nazismo, fascismo o dictadura durante todo el siglo XX.
Hoy sigue en pie con todas las formas de explotación, con el racismo, con la exclusión para adaptarse al medio.
Hoy también sigue la expansión de la vida, el impulso hacia la libertad, la tendencia hacia la solidaridad y el apoyo mutuo.
Gracias a Kropotkin ya sabemos que hay una base biológica libertaria.
Nuestra propuesta de evolución será apoyandonos mutuamente.
¡Salúd y libertad!